Reconocer que la belleza es una parte de nuestras vidas, nos hace preguntarnos si deberíamos verla como inversión. La respuesta corta que tenemos es: “Sí”. Pero honestamente la respuesta es un poco más complicada que solo eso, pues existen dos lados de la moneda.
Podemos verlo desde el lado del cliente, en donde se invierte un poco de dinero con el propósito de verte mejor y sentirte bien al mirarnos al espejo. O también está el lado en donde nosotros somos aquellos detrás del mostrador, donde invertimos en equipo y en personal para lograr una rentabilidad mes con mes.
Estos dos lados de la moneda (cliente y dueño de salón) van muy de la mano, pues si el cliente no pensara que es reconfortante invertir en su belleza, no habría toda una industria gigante que se dedicara a embellecer a las personas como lo hacemos hoy en día.
Sin embargo, en esta ocasión hablaremos de la segunda forma de ver este negocio, como dueño; viendo por qué razón pensamos que la belleza es una inversión en estos tiempos.
A la fecha de hoy, parece ser que muchas instituciones de educación reanudarán sus actividades, por lo que muchísimas personas que no salían de su casa por el confinamiento, regresaran a la rutina.
Ahora, ¿Esto por qué nos beneficia?
Sin duda alguna, todos buscan dar una buena impresión al conocer gente nueva. Y este sector de la población que volverá a las escuelas y universidades no buscan menos que eso. Es una oportunidad para brindar servicios a todas esas personas que desean dar una buena impresión a los demás, ya sea cambiando su look o perfeccionando el que tienen actualmente.
Esto significa que nuestras ventas tendrán la oportunidad de crecer, pues recuerden que hemos hablado ya anteriormente de las ventas cruzadas (ofrecer un servicio, que se complemente con algún producto). Esta es una técnica que nos da la oportunidad de incrementar el ticket promedio de alguna venta.
Ahora, es posible que personas que antes frecuentaban nuestro negocio regresen a nosotros, pues el confinamiento pudo haber afectado el flujo de clientes dentro de nuestro negocio. Entonces sería buena idea recordarles por qué razón éramos su mejor opción. Procura dar servicios de calidad y atención de primera, porque en estos tiempos, la competencia en el sector de la belleza se ha incrementado y será más complicado contener a los clientes.
Invertir en tu negocio, significa tratar de mejorar la herramienta que nos ha permitido generar ese ingreso extra que algún día estuvimos buscando. Por lo que te recomendamos seguir así, mejorar los canales de comunicación con tus clientes, cumplir con los protocolos de sanidad y también renovar tu equipo de trabajo en caso de ser necesario.
Recuerda que la belleza de un salón de belleza no solo está en los clientes, sino también en la imagen que proyecta.